lunes, 27 de julio de 2009

Primer añito !


Hoy se cumple un año desde que empecé esta aventura de escribir un blog. Es extrañísimo para mí que haya pasado tanto tiempo (y tan velozmente) desde aquella noche en mi habitación intentando relatar la travesía de lo que fue viajar a tierras Argentinas en bus.

“Ahh si pues” nació así.

Durante aglomerados minutos estuve pensando en alternativas de cómo llamar a este espacio. Y casi de inmediato, se me vino a la cabeza aquella expresión tan utilizada en mi país.

Por ejemplo (y sólo para un mejor entendimiento):

- Estás en alguna reunión extracurricular (leáse juntarse con amigos a tomar cerveza como desquiciados días antes del Armagedón), y luego de algún relato por parte de cualquiera, y que obviamente no causó en uno el más mínimo interés, exclamas “ahhh… si pues” (traducción de “ahh muy bonita tu historia oye infeliz y ahora que hago después que me has hecho perder 10 minutos de mi vida por estar atento a la facilidad que tienes para que salgan tantas estupideces juntas de tu boca, ah??)

- Tienes una cita. Y llega ese momento detestable que todos en alguna oportunidad hemos pasado: los segundos interminables de silencio, sin saber qué rayos decir, que mirar, que comentar, como respirar… ¿Qué haces?. Dices “ahh si pues…” (traducción de “ahh y ahora qué diablos hablamos porque por lo visto tu me aburres y yo a tí en demasía, asi que mejor nos ponemos la mejor cara de felicidad para terminar de comer mientras inventamos el mejor pretexto para largarnos a nuestras casas..”)

- Un compañero de la oficina de esos indeseables te llama a tu celular para invitarte a su cumpleaños a lo que respondes luego de la pregunta “¿vas no?”: “ahh si pues..:” (traducción de “en la vida voy a mandarme un viaje interprovincial para llegar a tu cerro, mucho menos comprarte un regalo porque cada día al despertarme ruego a Dios y a todos los Superamigos que un rayo haya caído justo sobre esa cabecita tuya tan llenita de neuronas inválidas…)

- Llegas a tu casa a las 7 de la mañana, desvergonzadamente con unas ojeras que te llegan al ombligo y le dices a tu madre, esposa, novia o conviviente: “Uff que cansado, no sabes cómo me pude librar de la nave extraterrestre esa que me secuestro…!” a lo que te responden con “ahh si pues…” (traducción de “si claro, cuantos experimentos deben haberte hecho animal, porque vienes apestando a licor barato, con la camisa desarreglada y de segurito la nave estaba tripulada por el chupacabras porque te dejo tremenda succionada en el cuello , no?”)

Luego de todo este tiempo, gracias a este blog he descubierto a tantas personas maravillosas, tantos amigos “virtuales” (pero muy reales) y otros tantos en amistad muy constante. A todos ustedes gracias por soportarme todo este tiempo, por dejar ese pedacito de sí mismos en cada comentario, por dejarse empapar por cada relato en los cuales sólo he transmitido estas ganas locas de escribir y asimismo, esta bendita estupidez tan natural a la que mis padres constantemente me repiten y se sienten muy ajenos herederos.

Gracias miles.

Mientras tanto, celebro hoy en cada vaso por ustedes (voy a contar cada una de las visitas por aquí, así mando un salud por cada uno… para que vean lo agradecido que soy y pendiente de todos ustedes mis amigos).

Coincide con esta semana de Fiestas Patrias por aquí.
Así que con banderita en mano, botellita en otra, y un corazón sobre la mesa para todos ustedes, les dejo mi más profundo agradecimiento por acompañarme siempre por estos lares.
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¡Viva el Perú carajo!
(disculpen... se me salió el patriotismo).
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Gracias, gracias... gracias.

martes, 21 de julio de 2009

De como sobrevivir expuesto y sin Amor en Tiempos de Gripe Porcina


Hace ya varias semanas que no me tomaba la placentera molestia de pasar por aquí.

Si ya lo sé, que a veces mis ausencias son de golpe y sin aviso, pero los que estamos inmersos en este mundo capitalista y del empleo subordinado, debemos mantenernos al margen de nuestras obligaciones y responsabilidades que harán de Nuestra Nación un mejor…
… a la mierda, ¿para qué mentirles?

Me dio una flojera de los mil demonios. Sólo eso.

Hace ya varios días, me desperté con una rara sensación. Físicamente extraño, despierto sin ganas de ir a trabajar, muy congestionado, con tos y algo de fiebre. Sin darle mayor importancia, prosigo con el habitual ritual de alistarse para ir a la oficina.

Si señores, yo soy un ejemplo de responsabilidad a seguir. Enfermo, cojeando, atacado por una cobra Africana o picoteado por un enjambre de abejas asesinas, igualito voy a trabajar. Como quién dice, soy bien huevonazo.

En fin. Ya en el trabajo, pensando que las seguidas tazas de cafecito matutino y los doce alfajorcitos respectivos (“lo light es para los maricones”, decía mi santo abuelo) iban a calmar en parte a este inmolado enfermo proseguí con mis labores, para percatarme que me había terminado de decorar un completo rollo de papel higiénico con mis irreproducibles fluidos nasales. Mocos para los amigos.

- "Pepe, ¿no te habrá dado gripe porcina no?", pregunta la secretaria tapándose la boca de una manera muy poco sutil.

- "Nahh, no creo ser tan mala suerte ¿no? (¿o sí?)", respondo

Casi de inmediato, recuerdo aquellos acontecimientos de los cuales puedo sacar la teoría muy fundamentada por la cual la mala suerte ha sido siempre la más fiel de mis compañeras:

-Paso por un parque infestado de una multitud aproximada de 3 000 personas, y bajo el cielo azul revolotea una paloma (si, una) y se caga. ¿A quién le cayó? CORRECTO: a Pepe.

- Voy al circo, que adoro y adoraré siempre; a excepción de los magos que me parecen detestables. Y cuando este pide un voluntario para hacerle un truco, cortarlo en dos, o romperle el reloj para nunca más devolvérselo… ¿a quién enfoca el reflector? EXACTO: a Pepe.

-Haces la cola en el banco por extenuantes tres horas, y a pocos metros de entrar, viernes a la tarde, con un jugoso cheque por cobrar que te viene tan bien ya que tienes solo dos monedas en el bolsillo… ¿A quién le cierran la puerta en la cara para cagarlo hasta el día lunes? OBVIO: a Pepe.
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-De los casi 7 000 adolescentes que nos presentamos a sacar la libreta militar reglamentaria por aquellos años… ¿Quién salió sorteado para servir a la Patria justito en tiempos de Guerra Anti-terrorista en el país? PERO POR SUPUESTO: Pepe.
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-¿A quién se le sienta delante en el cine, justo en el estreno del “Señor de los Anillos” una enorme señora con Afro Look? CLING!: a Pepe.

-¿A quién se le cae todo el pote de Pop Corn en el mismo cine por tratar de esquivar al mismo cetáceo Afro? AJÁ!: a Pepe.

Después de toda esta meditación, me entro la duda, suponiendo que en este planeta era yo el candidato perfecto para contraer cualquier nuevo virus extraño.

Y como yo soy un “chico cibernético”, “googleo” mis síntomas para descartar un diagnóstico inmediato.

Veamos:

1) CONGESTION NASAL: Bueno, sí. Ayer me tome dos cervezas heladotas en frío otoño, y no paré de estornudar la noche entera. Claro, al despertarme siempre, desde niño, los mocos son para mí lo que la luna es para los poetas.

2) FIEBRE: También. Pero la fiebre me viene cada vez que un inepto aquí me hace perder el tiempo con alguna metida de pata que el “buen” Pepe debe resolver.

3) CANSANCIO: Obvio. Es Lunes, y hasta ahora no encuentro al mortal que empiece a trabajar este día sintiéndose la persona más afortunada del mundo. A menos claro, que el trabaje de jurado en algún concurso de Miss Hawaiian Tropic.

4) NAUSEAS: uhmmm… ¿será normal comerse doce alfajores de golpe? Esperemos…

5) PÉRDIDA DEL APETITO: (¿dije lo de los alfajores no?)

6) DIARREA: (porsiacaso, recojo la envoltura de los alfajores para releer fechas de vencimiento).

7) TOS: en un ambiente de trabajo donde abunda el papel, las tintas y olores que nos hacen delirar mejor que en cualquier ritual de Ayahuasca, la tos es parte de mi idioma.

¿Entonces?

Analizo un poco, y en voz alta le digo a la Secretaria:

- "¡Si tengo gripe porcina! ¡Tengo todos los síntomas!!!"

No había visto una cara de espanto desde aquella vez que vi a mi madre viendo el Exorcista, o a mi hermano viendo a mi sexagenaria tía en pelotas por casualidad. Peor aún, al acercarme a entregar unos papeles a su escritorio, dio un salto digno de un canguro australiano perseguido por una treintena de seductores marsupiales en plena época de apareamiento.

Rascándome la barbilla en la mejor pose de “traerse algo entre manos”, y apoyado por el “gran equipo de investigación” de este blog, decido plantearme la hipótesis de

GRIPE PORCINA = NADIE SE TE ACERCA.

Y en esta Lima capitalina, ajetreada y llenísima de gente, pensar en aquello es una innsensata utopía. Pero tendría que comprobarlo.

De inmediato me dirijo a la farmacia; espero mi turno viendo el mostrador, y me doy cuenta que hay tantas marcas de condones como de golosinas en el país.

- "Señora buenas, ¿tiene mascarillas…?"

- "Sí señor,… ¿no quiere contagiarse de la gripe esta, eh?"

- "Je je, no… más bien quiero disfrazarme de Optimus Prime…"

(NOTA MENTAL: Nunca le hagas una broma a una señora farmacéutica al mediodía, porque puede ponerte su mejor cara de culo muy ajena a nuestro refinado sentido del humor…)

De retorno a la oficina, con la mascarilla ya colocada en el rostro, procedo a experimentar la segunda parte de esta investigación. Al caminar en la calle, me mantengo siempre a una constante distancia de aproximadamente tres metros entre individuo y otro. Nadie quiere siquiera pasarme al lado, mucho menos respirar el mismo aire que el mío.

Es como caminar en la calle con un “campo antibalas” como el que tenia Megaman en aquella consola de Nintendo ochentero. En este caso, “campo antigente”, en el que tenías alejado a todos a unos prudentes (pero necesarios) metros.

Con un ojo entrecerrado y mucha malicia, pienso: “¿Y si al irme a casa, subo a una siempre repleta combi y como quien no quiere la cosa me mando una soberana tosida ?”

Ya sentado frente al monitor en mi oficina y acariciando mi mascarilla, concluyo que el miedo es un arma poderosa. Es más fácil manipular a los demás cuando les infundes miedo. Y en mi caso, esta supuesta gripe porcina es el equivalente al cuco en el closet para los niños… cuco que los padres pueden fácilmente pueden derrotar siempre y cuando el niño se tome toda su sopa o (en el peor de los casos para los infantes que fuimos alguna vez) terminemos las tareas del colegio, le hagamos caso siempre a los padres y “nos portemos bien”.

Pasaron los días y, luego de congestiones y un presupuesto adicional en rollos de papel higiénico, me siento como nuevo. Nunca sabré si tuve la bendita gripe aquella o no. Ni tengo interés alguno en saberlo tampoco.
Pero que sobreviví, lo hice.

De lo que sí estoy seguro es que, en tiempos de gripe porcina, de Tamiflú y frasquillos de alcohol en gel, la mascarilla es un sinónimo de miedo… Miedo nos hacen tener. Miedo tenemos, miedo tendremos, y con miedo moriremos..

“… que el Gobierno siga robando, que la Crisis siga en aumento, que los niños sigan muriendo, que la tuberculosis, dengue, VIH, siga matando gente a millones, que la pobreza nunca descienda ni un poquito, que estemos autodestruyendo el planeta… nunca, NUNCA va a dar tanto miedo como una gripe, no?”

Hay que ser realmente cerdo para hacernos obviar algunas cosas que importan realmente.
En verdad.

Y a todo esto,
¿Qué habrá hecho la rana René con Miss Piggy?
¿Estará infectada la chanchilla aquella?
(y si es así está jodido, porque los chanchitos no tienen codito, por ende, como se cubrirán el hociquito al toser?)
..
Me queda la duda...
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