viernes, 27 de marzo de 2009

SSSSSSSUPERmercado.


En algún momento de Nuestras Vidas, hemos tenido la necesidad de hacer algún trámite, de donar sangre a cierto familiar que la requiera, de aprender algún cursillo de computación o de pedirle el catálogo de lencería a la tía más cercana. Todos tenemos necesidades en particular. Pero si hay algo en la cual todos somos inmersos, ya como un ritual casi imperceptible, es ir de compras al Supermercado.

Ir al Supermercado puede ser una aventura fascinante. No cualquiera puede salir ileso y mentalmente saludable ante aquella travesía. Es cuestión de Valientes tan sólo.

Suelo ir al mismo supermercado. No es que sea más barato, ni que me quede cerca, ni mucho menos. Es meramente costumbre. ¿Por qué? Ni idea, mis estimados. Debe haber algo subliminal en aquel acto que aún no percibo con detenimiento. Como una canción de Beatles al revés que me hace ir una y otra vez al mismo lugar.

Quise hacer un experimento hace unos días, y así analizar a detalle el porqué se me complica tanto la existencia en una situación para algunos tan poco complicada.

PRODUCTOS POR ADQUIRIR:
-1 Kilo de Arroz
-2 paquetes de Azúcar
-1 Kilo de Papas.
-Limones (los que en el momento se me ocurran)
-Desodorante, Jabón y Pasta dental.
-1/2 docena de huevos.

Nada podía ser tan difícil. Menos de una decena de cosillas, las escoges, pagas y te largas. Así de simple es la cuestión… así de ilusas siempre son mis creencias.

PRIMER OBSTÁCULO: Si no tienes una monedita de un peso, (cosa casi utópica en esta ciudad donde las monedas son tan abundantes como los policías cuidándote las espaldas en la calle) no podrás guardar tu bolso en los casilleros. Así que no me queda otra que acercarme al Guardia de seguridad que está en la puerta, y éste me deposita mis pertenencias en una bolsota donde tranquilamente entra una TV plasma, una impresora multifunción y doce kilos del mejor mondongo de la ciudad.

(Los que llevamos siempre consigo el maquillaje usamos bolso… ooook?”!)

Luego de aquella primera fase ya resuelta, listita en mano, suelo organizarme para hacer mi recorrido. Lo primero que tengo a la mano son los productos de aseo personal.

Lamentablemente, me percato, que está justo en los mismos módulos de tintes, cremas y demás menjunjes con que se embadurnan ese montón de viejecillas que tengo al frente. Pienso que sería un buen invento las bocinas en los carritos de compra, ya que por mas “permiso…”, “disculpe…”, estas señoras no tienen la más mínima intención de hacerte caso. Así que haciéndome el loco y mirando de reojo productos que jamás compraré, espero que las viejujas escojan entre el rubio cenizo y el ocre diarrea.

Optó por hacer un giro de 180° y evitarme el disgusto. Desodorante, jabones y pasta dental al carrito y se acabó la historia. Al dirigirme a la sección de frutas y verduras, paso por los estantes de ropa. Me detengo a ver unos pantalones. Al girar la cabeza a la derecha, veo a una señora muy chiquita ella, con gorrita y lentes oscuros, como un pequeño soldadito. Tiene unos calzoncillos en la mano y me mira detenidamente. Como mi señora madre hizo que me graduara de hijo con honores y menciones honrosas, adivino las intenciones de tal vez “puedo medirlos contigo a ver si le quedan a mi Juanito”, y como un Señor de mi porte y elegancia no se prestaría a semejante humillación, pongo turbo al carruaje y salgo disparado de aquella zona.

SEGUNDO OBSTÁCULO: Intento de amabilidad en sección de Verduras.
Cada persona tiene sus propias mañas o trucos al escoger las verduras, frutas, carnes y películas porno. Tienes tus propias tácticas para saber si está buena o no. Eso yo lo sé. Eso me enseñaron. Lo mismo debe haber pensado la señora parada detrás de mí, quien con una vocecilla que apenas puedo distinguir, me pide por favor si le puedo alcanzar aquellos limones colocados donde su brazo no puede llegar. Volteo y casi dando un brinco, me siento Frodo en su primer encuentro con Gollum. Obvio que asiento con la cabeza (temeroso aún) y estiro mi brazo para escoger los mejores del montón.

- ¿Estos le parece?, le pregunto
- No… no… esos que están más arriba, me responde.
- ¿Los verdes?, dudo
- ¡esoooos…!, afirma

Vuelvo a estirar el brazo y llego a tomar dos. Me pide (sin perder la amabilidad) si pueden ser esos dos que están más, más, más arriba. Esta señora debe pensar que soy el Hombre Chicle, porque en un ademán pocas veces visto, logro casi capturar aquellos verdes limones, mientras otros cinco caían al piso.

- ¿Cómo que están verdes no?, pregunta
- Si pues.

Al fin, escoge ella misma seis limones que se encuentran en la parte más baja y uno de los que torpemente boté al piso. Prometo mentalmente no ayudar nunca más a ninguna señora de por medio.

- Gracias hijito
- De nada… CUANDO QUIERA. ...(ay!)

Volteo y pienso si debo comprar lechugas. Pero recuerdo que en casa tengo alguna en la heladera. Tengo la maldita costumbre de subir los pies al carrito y deslizarme cual patinador sobre hielo por entre los mostradores. Hago ese estúpido ademán en dirección a las papas. Sin darme cuenta, choco con la esquina del mostrador y a mi lado, nuevamente, la Señora de los Anillos me sonríe en forma cómplice. Mucho antes de que por casualidad me pidiese escoger los mejores tubérculos de la estación, me detengo en la acelga (que nunca comeré), pero hacer pensar que sí ayudaría bien a disimular mis pocas ganas de ser amable.

- … es tan rica la acelga no?, me pregunta aquella
- Pero por supuesto, le respondo con fachas de cocinero gourmet

Después de pasar por la balanza, casi corriendo, escojo un paquete de huevos y contento, me doy cuenta que sólo me faltan dos cositas y terminado el asunto. Mientras llego a los estantes de arroz, un niñito sentado al borde del carrito, esperando que su buena mamá termine sus compras, me sonrie y me estira su manito. Le estiro la mía para que no sólo recoja la suya, sino estalle en llanto con unos alaridos dignos de un chimpancé enojado. La madre debe haber sospechado que en un descuido intenté torturar a su retoño, por la mirada que me lanzó, a lo que haciendo gala de mis dotes de manejador de situaciones, simplemente me largué del lugar, para casi atropellar a otro niño caminando. Repito en mi cabeza que “tal vez este día a Herodes se le ocurrió reencarnarse en este humilde peruano”.

Pasado el incidente, ya con muchas ganas de irme, bolsa de arroz y de azúcar al carrito para oir a una señora muy enojada a mi lado exclamando:

- ¡Qué caro están los precios Dios Mío!

Terminado esta frase hace su aparición la señora de los limones caídos para refutarle:

- Pero si más bien aquí los precios están más baratos me parece…
- ¿Más baratos?, pero si ya no alcanza la plata para nada- le dice la primera señora – la culpa la tienen esos del campo…
- No, a mi me parece que la culpa la tiene La Cristina..., responde la segunda (con respeto, pongámosle el apelativo de “Gollum” sólo para no confundir).

Y como a mí, estás discusiones me tienen hasta los huesos, así despacito, huyo para no verme comprometido en alguna interrogante que me vayan a otorgar. Casi de forma ilusa, voy a la caja pensando que allí se acaba todo, sabiendo en el fondo que es allí, donde viene lo difícil. Donde tendré que enfrentarme al monstruo final. Donde tendré que entrar en las tierras de Mordor y destruir el anillo (y de pasada, darle un empujón a Gollum para que se queme en sus océanos de fuego).

Es en esta parte del experimento donde las hipótesis se convierten en los Grandes Misterios sin resolver:

1) Si la caja dice “MAXIMO 10 ARTÍCULOS”, ¿es simple ganas de joder aparecerse allí con setecientas?

2) Si sabemos que cada papa, limón o cebolla NO tiene código de barras, ¿es simple OLVIDO no pesarlas antes?

3) Si hay un cartelote de “ESTA CAJA NO ADMITE TARJETAS”, ¿es hacerte perder el tiempo cuando aquella señora EXIGE pagar con cualquiera de sus 8 tarjetas de crédito?

4) Si en este mundo cada vez más acelerado (y cuando algunos sólo queremos llegar a casa para comer) ¿es parte del protocolo que la cajera se ponga a conversar con la amiga de la salida con el novio la noche anterior?

5) Si después de esperar tres cuartos de hora en la fila, la misma cajera te dice que pase a la siguiente caja porque esa acaba de cerrar: ¿está escrito en el Código Penal absolverme del delito si la mato a limonasos en la cabeza?

6) Si existe “CAJAS CON PRIORIDAD PARA MUJERES EMBARAZADAS”, “CAJAS PARA MAXIMO 10 Y 15 ARTICULOS”, “CAJA PARA TARJETAS DE CRÉDITO”,… ¿no debería existir a su vez “CAJAS PARA SEÑORAS CON GANAS DE CONVERTIRTE EL DÍA EN UNA CAGADA DE AQUELLAS”?

7) Si la verdad, NO te da la gana de donar tus 5 centavitos para aquella Fundación que recién te enteras que existe… ¿es dable que te observen como un ser malvado y un insensato cruel ser humano?

Pago, me doy cuenta que para estas ocho cositas tengo ocho bolsitas (total es gratis, no hay problema, así lleno mi casa de bolsas) y miro mi reloj…

FIN DEL EXPERIMENTO; TIEMPO TRANSCURRIDO: 1 hora con 12 minutos.
Ya con poca hambre, camino a casa, pienso en cada situación casi absurda que pase este día… en como algo cotidiano puede ser una experiencia tan demencial, tan desesperante e irracional. Pienso en que menos mal que salí de allí, pienso en…

-Uy chucha! me olvidé del aceite y el café.

Tendré que regresar mañana.
(¿¿¿Lo estaré haciendo a propósito???)

.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajjajaja,lo has descrito perfectamente.Yo odio ir al super, por eso evito hasta mirar la lista de la compra.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Pepillo solo a ti te pueden pasar estas cosas jijijiji, a mi me jode ir al super xq termino comprando cosas q no necesito y al final si fui por 5 cosas compre 15, chessssss

Besitos Pepillosss

Terapia de piso dijo...

Un buen dato es ir en la noche, a esa hora no se te aparecerán las viejecillas.

Yo prefiero hacer mercado los sábados o domingos en la mañana, cuando el supermercado está recién abierto. Todos los pasillos son para mí. Y trato de ir con mi Ipod.

Si vas con el Ipod dudo que te pregunten nada.

Saludos.

José Roberto Coppola.

PD: me fascinan las acelgas

Unknown dijo...

ni modo es algo que nos tuvimos que acostumbrar al salir de la tierra natal... No hay dada como el Mercado (de Surquillo) con su fruta fresaca y con su casera preferida (como la tia Gloria) que cierra el kiosko para atenderte!... Menos masl que esas colitas odiosas cambiaron un poco aca en USA a la creacion del "SELF SERVICE" uno paga lo que se lleva (a veces se escapa un item de cobrar)...

L.P. dijo...

El super... el super!!! detesto ese lugar, me mareo, no se que comprar... cuando llega principio de mes, le doy mi parte a mi madre y hermana, les hago la listita y que ellas se encarguen... qué lugar sofisticado para mi...
Lo has contado excelentemente...un beso.Leti

Elmo Nofeo dijo...

Nada como un mercado de barrio y sus caseras.

Ir a un supermercado un fin de semana es como rendir examén para ingresar a la universidad de la paciencia.

Unknown dijo...

Pepe, es tan real y radiográfica esta escena que me he reido ...para hacer tiempo y no ir al super.
Ni que si me pongo a contarte las anécdotas de turistas chorreados de bronceador que van a hacer sus compras en eneros calurosos y yo me scapo del trabajo mis únicos diez minutos para encontrar algunas especies dignas de otro post.
Un beso de góndola.

MARSUS dijo...

jaaaaa me vi reflejado en tu escrito. Vamos al mismo super..creo .. Belgrano y Las Heras ( tu descripción de la mercaderia es genial .. ) vivo a dos cuadras y desde hace 3 años que soy del barrio y de tanto ir he aprendido a que hora NO hay que ir. He ido dia x medio y a veces hasta todos los dias , como buen hijo de una idish mamele , siempre compro por si vienen las 7 plagas .. However, ahora voy cada 15 dias y hago envio a domicilio, en dos horas tenes todo en casa . Esta nueva modalidad es por lo mismo que describis .. Igual siempre falta algo y voy por algo especifico y traigo 9 articulos de màs, solo para ir a la caja rápida.
También aprendí que no hay que ir al super con hambre.. siempre satisfecho ..
Ir al super para mi es el precio de vivir solo ..

Tambien ligué regalos y promos, tengo un set de toallas que las uso para cuando baño a la perra, ah y tengo unos cuchillos de cocina que son un primor ..

*Mariposita* dijo...

que vuelvan los almacenes de barrio!

yo odio hacer las compras en los super y ni hablar de los hiper!

saludetes "hombre chicle"!

jajajja

LaMabe dijo...

UUUUUUUy por lo visto no es a mi nomas que me pasa eso!!!!!.
Es que amigo hay gente!!!!!! que de verdad deja mucho que desear!!!.
SIEMPRE DIGO ire por algunas cosas y eso no me llevara mas tiempo que 30min y salgo 1 hora y media despues!!!.
Un gusto! gracias por comentar mi blog!.
www.enfermedadosentimiento.blogspot.com

YOR dijo...

Jjajajajaja! es un ritual de aquellos! y encima ahora las familias han cambiado la salida a la plaz por la salida al super... y te das con quichicientos nenes lloricosos con serenito de chocolate en toda la cara y madres más atentas a lo que dicen los carteles de ofertas que lo que les pase a sus retoños...
Hay que sobrevivir para volver a pelear. NO?
Jjajajaja. Gracias Pepe por las reflexiones.

P.E.P.E. ® dijo...

Pense que era un demente al pensar que sólo a mí me causa estas sensaciones el Supermercado.
Pero me doy cuenta que es un "Bien" común.

Gracias a todos por sus comentarios (incluido el señor ese que me escribio en chino mandarin, del cual lamento no haber tomado clases antes).

un saludo a todos, cuidense mucho.

Anónimo dijo...

Jjajaja,el del chino me mató!!!
Ya toca actualizar, no?

†۩† ЯєηāčієηÐø Ðε ЦŁ┼я∆тنMßā †۩† dijo...

hay pues... yo fui una cajera de ese maldito carrefour... algo q odie es q dos segundos antes de cerrar todos vienen a comprar, te escuchan q decis ya no hay cambio y te caen con euros
dice 15 unidades y te caen con 587 y encima se quejan. pones el cartel de caja cerrada y te dicen "estas cerrada?", estas abierta? si boludo esstaaa la tengo abierta!!!!!!!!!!!!!!!
jajajja
le vas a poner una monedita???...jaja

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

Perdón Pepe, quiebro una lanza por las cajeras porque alguna vez en mi tierna juventud lo fui:

1º: cuando una cajera, después de 5 o 6 hs. de estar parada -el taburete es una burla vil, casi un elemento perverso que coloca la patronal que dice: "a este trono no te subirás"- puede ¡por fin! cerrar su caja, no hay DIOS con un paquete fideos que pueda convencerla de atenderlo. Pensá, ya ha entregado entre una hora o dos de más a la empresa gratis, plusvalía le llamaba el barbado Marx.

2º: Cuando una cajera puede hablar con su amiga, que justo ese día está en la caja de al lado, lo va a aprovechar. En general nunca puede: siempre tiene a los lobos de los auxiliares y jefes de cajas soplándole calentito en la nuca y observándola como si fuera una participante de Gran Hermano.

3º: Cuando una cajera te pide que donés 5 centavos para una fundación que ella misma no conoce, entendé que es parte de su "discurso automático", algo así como "ticket o factura". No se ha transformado en la madre Teresa de repente, cumple con su trabajo y si viene un quisquilloso a negarle miserables 5 centavos... obviamente que lo menos que puede hacer es poner cara de fastidio. Si tuviera libertad te putearía de arriba abajo. Además, ¿que negocio tiene monedas de este valor? Yo sugiero su erradicación. Complican la vida.

¡¡¡PIEDAD PARA LAS CAJERAS!!!

(A mi me cuestionaban desde el aumento de la carne hasta los cambios en la publicidad del supermercado. Señores, una cajera/o a pesar de ser "la cara" de la empresa ignorar las decisiones del "más allá", o sea de los directivos de la organización).

Alunares dijo...

tu post me ha inspirado... es que ayer me paso algo relacionado con esto...
te robo la idea a penitas si?
:)
besos alunares!

Grace (corresponsal Domingo Pitingo) dijo...

q cosa esto de los supermercados...
te doy un consejo sano bah.. quizas no lo queres..
te lo doy igual porque soy así de déspota..
Desenchufate, anda deschufado, pensa en las 10 cosas q tenes que comprar, tapate los oidos, q tus movimientos sean programados. No es un lugar q haya q prestarle mucha atención a las personas y a los comentarios, salvo a los precios. Uf.. Te iba a decir q agregaras más vegetales en tu dieta, y también q por ahi te gusta el ancho de los pasillos, o la iluminación, o la cajera de la 7.. pero no, no te lo digo, no me voy a dar de vidente a esta altura.
ammm
basta
Un abrazo amigo! Domingo acá me esta diciendo si viste alguna promo en el super, esas de 2x1. Que metido este perro!!

Saludos amigooo!

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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