lunes, 25 de agosto de 2008

TREN AL SUR

Y siguiendo con el tema de los viajes...
(no sé pero ahora, después de unas cervezas con unos amigos me vino de repente la onda turística...).
Soledad había llegado al Perú aquella vez, y no podíamos perder la oportunidad de ir a Cuzco. Para ella era todo novedad el estar en un país diferente, con diferentes costumbres, comidas, estilos de vida, con diferentes acentos ... así que traté de ser el mejor anfitrión posible para hacer de su estadía inolvidablemente buena.

Ya habíamos planificado el viaje a Cusco, así que sacamos los pasajes con anticipación. Aquel día teníamos todo list, y, dispuestos a llegar a la terminal a tomar el respectivo bus, recibí la llamada de mi padre que buenamente me dijo:

"... no se muevan, paso con el auto y los llevo..".

Esperamos ansiosos.

Llegamos 2 minutos tarde y el bus se nos fué y putié a mi viejo a mas no poder. Las cosas pasan por algo, ya que justo en esos días habían una huelga de profesores los cuales bloquearon las carreteras. Fuimos al siguiente día siguiente y nos dijeron que las carreteras seguían bloqueadas, así que tuvimos que esperar otro día más.

Cuando subimos al bus ese dia, no estuvimos tranquilos hasta que arrancó.... "por fin!", pensamos y nos acomodamos a pasar las largas horas de camino a la Ciudad Imperial. Nos vimos mil películas aburridas, escuché música... vi a Sole durmiendo a mi lado (claro, su hobbie es dormir dicho sea de paso)... eran como las 4 de la mañana y, luego de largas horas de viaje, hasta los pantalones me ajustaban... así que opté por desabotonarlos para sentirme más cómodo.

No soy de dormir mucho en los viajes, pero esta vez estaba muy cansado y sin darme cuenta me quedé literalmente privado con los audífonos en mis oidos. Me desperté al poco rato con la necesidad de ir al baño (producto por cierto de las dos pepsi colas que tomé desinteresadamente) y me levanté adormecido aún para ir al baño al final del pasillo...

En mi sueño aún interminable, no me percaté de abotonarme nuevamente los pantalones, por lo que sin darme cuenta, llegue al sanitario haciendo gala de mis calzoncillos... claro, en la oscuridad nadie se dió cuenta, pero me hice el loco como acostumbro hacer en mi vida diaria...

Resumiendo, llegamos a Cusco para quedar fascinados con el lugar. Yo ya habia estado allí unas quince veces, pero igual nunca dejaré de maravillarme de aquella ciudad de ensueño. Mi hermano vive allí hace siete años, por lo que nos dió las facilidades para conseguir un buen hospedaje y así hacernos la vida (y la estadía en la ciudad) más fácil.

La primera noche fuimos a un bar llamado "Fallen Angel", de lo mas bizarro y extravagante. Allí fué la primer vez que tomaba un martini con pétalos de rosa que me mandaron a la mierda en 3 segundos. Pero como yo soy un "valiente" en las malas artes de la ingesta de bebidas con el maligno alcohol, ni corto ni perezoso me pedi 2 más. Ya era demasiada mágica la vida allí, así que me dediqué solamente a ser feliz.

A la mañana siguiente fuimos a sacar los boletos de tren a Machu Picchu. Soledad, al ser extrajera, pudo conseguir su boleto en el "BackPacker". Yo al ser peruano , tenía la opción de ir en el tren local... boletos de los cuales estaban agotados en su totalidad. Extraña forma de administrar la venta de pasajes, pero yo, que soy un fiel seguidor de la ley, tuve que aceptarlo .. por supuesto, previa maldición a Latinoamérica entera....

"No te preocupes Sole, yo consigo boletos en la terminal de Ollantaytambo...", le dije muy seguro de mí mismo.

Llegamos a Ollantaytambo, y en minuto y medio me di con la sorpresa que sólo conseguirpia boletos para pasada la tarde... como era obvio, Sole al ir a la mañana, no habría forma de encontrame con ella... "LA REPUTAMADRE!", le dije cordialmente a la señorita de la ventanilla y opté por sacrificarme y decirle a mi Sole:

"Mirá, yo ya he venido mil veces... anda tu, yo te espero aquí mismo a las 6 de la tarde masomenos.. me jode no ir, pero no hay forma de conseguir boletos".

Con toda la tristeza del mundo nos despedimos... y la ví subir al tren para que con ese sonido que sólo hacen los trenes del Perú (y el de Harry Potter), verla partir lentamente y pensar como estos hijeputas me jodieron la experiencia de visitar las ruinas con la Sole.

Pero...
.. claro, yo no me iba a quedar alli paradote sin quemar el último cartucho.

Yo tenía que ir de todas maneras, y el tren para el cual no había conseguido boletos llegaba en media hora. Me acerqué a la reja de seguridad y le pregunté al de seguridad...

-"Mira hermano, tu crees que pueda entrar al baño un instante ... te lo pido por favor!"
-"NO...", muy rotundo el puto.

Me mordí los dientes y le propuse:
-"bueno.. a falta de baños tendré que hacer aquí no?"...

Un minuto mas tarde me dijo: "bueno pasa, pero dejame tu documento para saber que regresaras...".

Claro, se lo dí.. para mi lo importante era estar adentro. Obviamente ni al baño fuí y detrás de un kioskito le comencé a hacer el tipico "psssst... pssst" para pasarle la voz... se acercó....

-"Mira hermanito.. te voy a ser sincero.. allá en el tren que se fué iba mi novia... es la UNICA vez que ella vendrá (recalqué "ultima"...poco me falto decirle que yo tenía una enfermedad terminal y mi último deseo era conocer Machu Picchu)... como puedo hacer para subirme al tren que viene.. no sé.. algun "incentivo"... sin ofender claro.."

Me miró con cara de pocos amigos y me dió una negativa solo con la mirada.

Rogué, supliqué, ... hasta creo que le bailé. Y nada. Muy consecuente el tipo. Le pedí entonces mi documento y le pedí me abra la puerta para poder salir e irme resignado (por supuesto con mi mejor cara de tristeza...)

-"Mira, yo te doy el documento... pero yo no me responsasbilizo de lo que hagas... "

Yo tomé eso como un "si me das unos billetes, me hago el loco...".

Me dió el documento justo cuando el tren se acercaba... el me miraba con la puerta bien abierta y le pedí por última vez : "dejame subir hermano.. por favor.. yo adentro del tren me escondo que se yo..!".

No me dijo nada y miró a otro lado... metí mi mano en mi bolsillo para tan mala suerte (para él) que dí con una miserable (pero bien ganada) moneda de 5 soles y se la di para en 3 segundos treparme al tren (que obviamente nunca se detuvo) por la parte trasera como un delincuente del Viejo Oeste... corri y corrí y en marcha, me salió el Spiderman que llevo dentro...

.. y subí!.

Subí, voltié y lo ví a él, mirando su moneda en la mano y de pasada a mi, achinando sus ojos... jurándo seguramente cruel venganza a mi retorno... pero vamos, que podía hacer no?

Ya arriba, me dí cuenta que estaba en el último vagón. Como imagino en todo lugar los vagones se dividen en clase A, B, C.... yo estaba en en Z creo. Donde mil almas apretujadas trataban de acomodarse, personas con bultos, frutas, cajas... a mi lado una señora (muy lugareña ella), coloco un bulto a mis pies y me incomodó sobremanera... me dió tanto coraje, que opté por patear disimuladamente su jodido bulto para darme cuenta que era su hijo enrollado como un sushi andino... me asusté y me cagué de risa enseguida, mientras el niño de aproximadamente 4 años, me miraba sonriente... igual le sonreí y juré mentalmente no volver a patear un niño envuelto en un tren.
Pagué un boleto de última categoría y me fui paradito y arrinconado viendo el paisaje por una ventana ... eso me aliviano el viajecillo.
Luego de hora y media aproximadamente había llegado a "Aguas Calientes", que es el pueblo a los pies de Machu Picchu.

Allí pagué mi entrada y me subí al bus que me llevaría a la ciudadela. Ya sentado, aliviado y emocionado, me pregunté dulcemente...

"Como mierda haría para encontrar a Soledad en aquellas ruinas infestada de turistas?".

Al diablo, ya estaba allí.. y gritaré pues no? Además, ella llevaba una mochila roja inconfundible.

Llegué y de los 3000 turistas que inundaban Machu Picchu, 2900 tenían mochilas rojas.

Era como llegar a un nido de hormigas y no saber que hacer. Bueno, caminé y caminé gritando "Soleeeee!".. cuando me dí cuenta que era un nombre muy común por aquel día, ya que volteaban constantemente decenas de chicas...

Pasaron como 40 minutos ya ya me hacía la idea de jamás encontrarla... hasta que escuché un "pepe!" asi como glorioso. divino... nos abrazamos, le conté mi travesía y me hizo prometer jamás volver a hacer algo similar... me duró poquito la promesa, porque al regreso tuve que hacer exactamente lo mismo...

... pero la pasamos de putísima madre.

Todo estuvo bueno ese día. Hasta mis sandwiches de atún casi descompuesto los comí como el mejor manjar. Ya de regreso a la ciudad, de noche, muy de noche... salimos a comer (como mendigos hambrientos) ...

-"Amor, te arriesgaste mucho en hacer eso...", me dijo la Sole...
-"... pero si no lo hubiese hecho.. la hubiesemos pasado tan bien?", le pregunté, seguro de volver a hacerlo nuevamente...
-"... la verdad, no...", me respondió...

Y sonriente, le dí otro mordisco enorme a mi sandwich de pollo mientras pensaba lo mucho que debo amar a esta mujer...
Hay veces que en la vida uno debe arriesgarse a todo, sacrificar cosas, personas, situaciones... tomar un camino sin lanzar la moneda al aire, zambullirse sin pensar si el agua esta fría o no... con tal de buscar aquello que más se le asemeje a la felicidad...
... y a veces, el Tren de la Felicidad pasa tan sólo una vez por la estación de la vida...
...y yo me trepé, lo ví pasar y me trepé como pude... jugándome el todo o nada... y aquí ando, día tras día intentando pasar al siguiente vagón, hasta llegar al de "primera clase" y preguntarme: "¿Valió la pena...?"...
.... desde ya, cada vez que Soledad me sonríe... pienso que sí.
Y se me viene a la cabeza:... que había podido hacer el guardia de seguridad con esos 5 fabulosos solcitos...??

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que historia esa no? ahora me río cuando la recordamos o al leerla, pero bien que sufrimos ese día! Lo bueno es que estabamos juntos y así todo es mas fácil, porque estar con vos me hace una mujer completa y feliz, te amo mucho cosi! y gracias por hacerme parte de tu vida!

Ignotus dijo...

Al ver que solamente Sole (discúlpame la confianza) comentó me pareció que al ser una historia protagonizada por ambos solamente los dos tenían el privilegio de comentar. Pues bueno me atreví para felicitarte por la forma en la que cuentas las cosas, que realmente me suenan interesante al salir de tu cabeza jajaja, a todos nos pasan ciertas cosas graciosas a diario pero al parecer tienes el talento de hacerlas parodia y sacar la mejor sonrisa en un día que a veces se torna rutinario. Te cuento que estoy leyendo tu blog desde adelante hacia atrás y cada uno me parece igual de bueno que el otro, con lo que te digo que todos me parecen fabulosos relatos. Mis felicitaciones por tu talento, espero que sigas escribiendo. Saludos a Sole!

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